martes, 10 de noviembre de 2009

mirando fijamente a un niño




Un breve texto para endulzar un martes de camino...




La vida puede ser bella,


bonita.


Un niño de dos años es bello,


su mirada es una brisa que refresca el alma.


Su voz y su sonrisa inspiran tal ternura…


Humanidad.




La humanidad es bella.


Es una blanda cera,


hermosa,


con suave aroma.


Será el amor quien dará forma a tal humanidad,


conformará el sólido interior con el calor de la entrega,


tal como Jesús,


dibujará lindos hoyuelos y sonrisas de primavera,


reflejará la luz auténtica que es Dios.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Contradicciones humanas







Así como en la vida hay cosas hermosas, a veces tenemos que beber el trago amargo del sufrimiento; el mismo que en muchas ocasiones es consecuencia de nuestra propia inconsistencia. Aquel drama de la libertad humana, y de las dolorosas contradicciones humanas.



Creo que no podemos dejar de mirar esta realidad, que en nada nos es ajena, si no que debemos comprenderla para, asi, poder iluminarla desde la fe.



He aqui entonces un duro texto, de un tal, que escribe asi:






El resplandor del sol dentro de mi corazón, es ahora tan sólo un recuerdo. Me da asco y un dolor color de tristeza recordar mi pecado. Que bajo puede caer uno cuando la ilusión del pecado lo seduce.

¿Dónde está el corazón valiente? ¿Dónde estás tú que escribes estas líneas? ¿A dónde vas? ¿Dónde estas alimento mío? ¿De dónde bebo? ¿Dónde voy a enjugar mis lágrimas? ¿Dónde voy? ¿Dónde reposará mi alma?

Sólo en medio de la noche, nada encuentro, nada quiero, solo bebo un amargo trago de melancolía y dolor. Sólo, en la noche, sólo me atormento.

Un extenso mar de brea, me ahogo en ese mar. Mi estómago se empacha con la espesa porquería que me rodea. Dentro de todo un frío acalambra mi alma. Una soledad en lo profundo. Mi alma anda sola.
Quiero llorar. Tanto, porque sufro. Y ¿Por qué? Mi pecado me quema. Hay basura en mi corazón. Y lloro por eso. Me enferma. Lloro porque no hay amor. Sólo mierda en mi alma. He dejado entrar mierda (...)






(…) Ningún anhelo o frustración, ningún momento de dolor o de alegría, ninguna experiencia espiritual, ni el aburrimiento, ni el hastío, nada, nada a podido sacarme de esta situación de traición. No he querido, he endurecido mi corazón.

Sin embargo no quiero dejar de ser humano. No quiero morir para siempre, no quiero revolverme tanto en la basura que ya no pueda distinguirme de ella. No quiero dejar de ver todo lo bello y hermoso en mi interior, no quiero hacer oídos sordos a lo más profundo de mí (aunque trato de hacerlo), no quiero que mi interior deje de clamar… amor, pureza, paz, naturaleza, Dios, eternidad, esperanza, caridad.

Sin embargo, no quiero, me aguanto, me resisto, ¿por qué? ¿qué cosa temo perder? ¿a qué me aferro? ¿A qué te aferras corazón?



martes, 3 de noviembre de 2009

Barranquito encontro un rincón en nuestro corazón




Y es que desde que empezamos a visitar este cálido pueblito de Chincha, junto con algunos amigos de esta agrupación, se han tendido dulces lazos de amor y de compromiso con quienes con alegría, entusiasmo y esperanza nos reciben y acogen en su comunidad.

Lo que más quiero resaltar es la bendición de Señor de permitir que este espacio lo podamos compartir entre grandes amigos, de tal manera que se embellece la amitad ya cocechada, y se hace más fuerte.

Que hermoso viajar con Jose Luis entusiasmados por la misión que descubrimos, coordinar con Charly todo lo concerniente al proyecto que estamos desarrollando, tener a mi lado a Cesar feliz jugando con los niños de Barranquito, pateando una pelota, en aquel hermoso aterdecer sobre la huaca, contemplando el lejano horizonte... quiero dejar esos recuerdos en mi memoria, en el lugar más especial, porque son como la compañía de un Dios que camina a nuestro lado... sobre aquella huaca, junto a la cruz del camino.

No hay duda que nuestra amistad se hace más fuerte y se ennoblece al compartir el amor por esta comunidad, por gastarnos y desgastarnos por ellos. Porque no hemos volteado el rostro ante sus heridas, no hemos cerrado los ojos, ni hemos contraido nuestro corazón; más bien, juntos, al son de misma música, lo estamos dilatando, y estamos haciendo de nuestra vida algo grande... ¡cómo explicar esto a otra persona!, si no han visto a Axel, el niño más inteligente y lider que haya visto antes, sirviendo los platos de sopa seca el sabado pasado en la noche, bajo la brillante luz de la Luna; si no han visto a Maria Alejandra, amiga nuestra, que se hacía un niño más para amar a los niños, e ir comprendiendo la vida de cañas y arena que les ha tocado vivir; si no han contemplado una puesta del sol sobre la hueca, guiados por los niños, entre el polvo y las risas que se liberan al rebote de la pelota de futbol; si no han visto cómo el joven José regresó al colegio gracias a la compañía y el consejo de Jose Luis y de Klever; si no han visto, como Michel nunca lo habia hecho, aquella multitud de niños corriendo felices hacia nuestra camioneta; si no han visto nuestra camioneta empapada en arena y dibujada por decenas de deditos que pasaron sobre ella; qué dificil describir, si no han estado ahi; cómo describir que sin Carlos, nuestro amigo ingeniero, quizas no estaríamos allí, si no han visto despertar la nobleza de su corazón; cómo describir el ardor y entusiasmo que despierta ver el compromiso, la audacia y la fuerza de Fabiola, quizas Klever y Jose Luis lo puedan explicar mejor; cómo explicar que terminamos muy cansados, después de viajar lejos, de jugar, de preocuparnos mucho, de hablar de Jesús, de llevarlo, de enseñar, de trabajar con el pueblo, y cómo explicar que después de eso somos los hombres y mujeres más felices del mundo, y quizás no nos entiendan, porque tenemos un alimento que el "mundo" no conoce; y no van a comprender un diálogo que se prolonga por la madrugada, a la luz cálida de las lámparas de la casa de Jose Luis, en torno al Señor, en torno al "fuego" que él ha encendido en nuestros corazones, y es que un fuego no duerme, y no le teme a la noche, que avanza por la madrugada fría y solitaria.
Estoy feliz de compartir con Jose Luis, con Charly, con Cesitar, amigos de hace tanto, con quienes hemos compartido quizas momentos cruciales de nuestra vida, este nuevo apostolado, para que soñemos juntos, y trabajemos con solicitud por anunciar al Señor Jesús, a tiempo y a destiempo.
Estoy más feliz aún de tener a mi lado en esta nueva empresa a mi querido amigo Klever, a Fabiola, al gran Carlos, a Mariale, Lucas y todos los que han participado de estas actividades en Chincha. Estoy feliz porque estamos viviendo con intensidad el dinamismo propio de la verdadera Iglesia, como aquella naciente, en la que lo compartían todo, y principalmente el ardor por la misión encomendada por Cristo, "Id por todo el mundo y anunciad el evangelio".

jueves, 29 de octubre de 2009

Me está velada tu presencia

Les comparto una oración que le escribi a María, nuestra Señora.
Con la sincera intención de conocerla, amarla, y establecer una profunda relación filial:

Me está velada tu presencia,
tanto te olvido,
tan poco te conozco.
Se de ti, pero conocerte, poco.
Sin embargo,
tanto te necesito.
Al mirar tu imagen, quiero amarte.
Al reconocer que eres madre,
mi madre,
se despierta en mí una nostalgia de ti,
y al verte por fin te reconozco.
Guiado por un profundo sentimiento,
que brota de la fe,
descubro cuánto necesito mirar tu rostro,
mirarte y escucharte
y al ver tu corazón,
por fin entiendo que anhelo tenerlo también así.
Sobre todo esa luz.
Tener una luz desde lo más hondo.
La necesidad de una pureza,
como la tuya,
porque deseo amar como tu Hijo,
hasta el extremo,
dando todo;
y la espada atravesada,
es la vida,
aun no lo entiendo tanto.
Solo se, que la vida no es un sueño,
ni una ilusión,
y que esa espada no la anhelo,
ni la necesito,
pero es el trago amargo,
ese espantoso sabor,
dolor,
que es abrazado por el amor,
y se hace un solo corazón,
verdaderamente humano,
tendiente hacia lo divino.
Toda tú, María.
No quiero seguir viviendo sin ti.
Quiero abrirte mi corazón
para conocerte y aprender de ti.
Oh María,
dulce y madre.
¡Enamórame con tu canto!

viernes, 23 de octubre de 2009

Dios me escucho y por eso canta mi corazón

Me da mucha alegría tener este espacio para compartir con mis amigos, y con quienes quieran acercarse al mismo. ¡Hay tantas cosas que quisiera compartir, contar, describir: tantas cosas que me sorprenden, que me alegran o me entristecen, que encienden de estusiasmo de mi corazón, que me dan miedo, que me cuestan, tanto, tantas cosas que contar.
Y me pregunto, ¿Tendré tiempo para escribir todo eso? ¿Alguien leerá lo que escribo?
Aunque parezca gracioso, ello me lleva a pensar que este espacio tiene que ser fundamentalmente un espacio para "escuchar y mirar" al otro, y asi conocer los tesoros de cada uno. Más que un espacio para comunicar, en mi caso, quisiera que sea un espacio en que pueda conocer más a mis amigos: sus sueños, sus anhelos, las cosas que dia a día les molestan, los cansan, los entristecen, saber qué los hace sonreir.

Luego de este intento de introducir mi primer texto, les quiero compartir algo. Trataré de no ser tan amplio, para que se me entienda mejor.

Creo que Dios ha escuchado mis suplicas, por un tema en concreto, y me ha contestado. Algunos quizas dirán o pensarán "Ah, por supuesto, Dios claro que escucha, ¿creías lo contrario? ¿Qué tiene de especial?"

Sin embargo, cuando me puse a pensar en la posibilidad de que de verdad Dios me habia escuchado y me había respondido, ... no se como expresarlo, es una realidad que me sobrepasa, es una invitación a una relación que despierta y lleva al máximo mi capacidad de asombro.

Hace unos meses yo le pedía a Dios que me permita ver su presencia en mi vida cotidiana. Pues lo necesitaba. Yo rezaba, participaba de los sacramentos, hablaba de él; sin embargo no estaba satisfecho, necesitaba más de él, y necesitaba ver su acción en mi vida contingente y cotidiana; necesitaba ver que él estaba cerca, amandome. No necesitaba "saberlo", necesitaba "descubrirlo", incluso existencialmente.

Pedi de verdad. Mi suplica fue sincera, y con el corazón abierto. Él me conoce.

Despues de unos meses, conversando con Mike, iba haciendo un recuento de las experiencias tan intensas que había vivido en los últimos meses y/o semanas, experiencias hermosas, que me hablaban de quién era yo, mi vocación, mi misión, y de cómo Cristo era la respuesta absoluta y total para mi vida, nada más: las misiones, el teatro de convivio, la experiencia de acompañar a otros, predicando el evangelio, esforzándome por vivir una auténtica amistad en Cristo, la bendición de ser invitado a la Asamblea Plenaria, la bendición de mi trabajo.

Me di cuenta que mediante el apostolado que hacía, y sus frutos, podía ver la presencia de Dios, en el mundo, en mi vida, en la vida de los demás.

Esta persona con la cual converso, ¡es maravilloso ser testigo de cómo va descubriendo que Cristo es el camino, la verdad y la vida!, definitivamente no soy yo, con la mano al pecho, yo doy un paso al costado y veo que es la fuerza atractiva de Cristo, su gracia, ese torrente poderoso con el que llama a todos, y con el que muestra su amor delicioso, su misericordia, su consuelo, la paz y la reconciliación.

Y yo, ¿qué hice?: colaboré con mi grano de arena, que bien pudo hacer la diferencia. Sin embargo, Dios quizo tomar mis manos heridas para su trabajo, y mi rasgado corazón para amar a los que él ama tanto.

Al ser testigo de la acción de Dios, junto a mi humilde participación, me doy cuenta de la presencia de Dios en mi vida, que él está cerca, se vale de mi muchas veces.

Es decir, Dios me ha permitido desplegarme haciendo apostolado de diversas maneras, dispuso en su providencia de las ocasiones que él quizo, y mediante ellas me mostro lo más valioso de mi, mi ideantidad y misión.

Y es tan fuerte su presencia en mi apostolado, que no me queda más que reaccionar y descubrir lo bueno que es Dios, sus delicadezas; pues me ha querido responder señalandome quien soy, y qué debo hacer.

"Señor te necesito ver, te necesito tocar, te necesito oir; yo se que no lo puedo, pero lo necesito de verdad; tú estas junto a mi, ayúdame a descubrir tu presencia con los ojos de la fe, con los oídos del discípulo, con las manos del servidor".

"Mi buen hijo, claro que estoy a tu lado, no vez como multiplico las buenas obras que realizas, no vez como me valgo de tu torpeza y sencillez para dejar correr el torrente de mi divinidad hacia los demás; no vez como te he escogido desde toda la eternidad para que seas un apostol, no vez que estás allí porque yo lo he dispuesto; no vez que soy Yo el que toca los corazones cuando tu hablas; no vez que son tus manos, pero no lo son; no vez que son tus palabras pero son las mías, no vez que es tu ardor, pero es el fuego de mi amor."

"Te necesito Señor, cada día, en cada momento y circunstancia, necesito que mi encuentro contigo en la eternidad se vuelque en un impulso por una vida santa, en un gesto de amor a tí, Señor. Necesito que la eternidad empape mi vida contingente, y que pueda hacer de mi vida fragil una sobrenatural, y que pueda comunicar esa Vida, esa Esperanza, esa eternidad a cuantos caminan sedientos, como esponjas buscando de donde beber".

jueves, 7 de mayo de 2009

BLOG

Para empezar este blog, creo que es bueno pregutarnos del por qué del mismo. Más allá de utilizar la tecnología y sus ventajas evidentes, y también intentar contribuir en algo a la presencia de propuestas constructivas en el hiperespacio, creo que es un espacio de compartir, de reflexión, de leer, opinar, estudiar de una agrupación mariana, una comunidad de amigos en el Señor, que viviendo la espiritualidad del MVC, que es la espiritualidad sodálite, buscamos ser santos.

Para los que no nos conocen, somos una agrupación mariana conformada por casi 20 personas, de distintas edades, realidades, estudios, trabajos e intereses. algunos ya se casaron, otros están por hacerlo; falta que otros terminen su universidad, otros ya están en sus postgrados....

En la diversidad, hay un solo ideal, el de conformarnos con el Señor Jesús, siendo hijos de María, hijos de la Iglesia, sirviendo a la humanidad a través del apostolado.... en resumen, tenemos la dicha de servir a la causa más hermosa.

Desde que estamos en la agrupación, hemos tenido retiros, estudio de distintos materiales de nuestra espiritualidad y de la fe de la Iglesia, iniciativas apostólicas, algunos viajes... el presente y el futuro se presenta con un horizonte lleno de esperanza, de disponibilidad al plan de Dios para nosotros.

Antes de terminar este primer "post", los invito a que escriban, aporten, compartan... como dice San Pablo, para nuestra "mútua edificación", y también para que otros puedan quizá aprender y aportar también.