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Mundo ingenuo
que crees poder vivir lejos de quien te creo,
que culturizas con muerte a las personas.
Mundo que crees ser astuto para disfrazar la desgracia en bondad,
que atas con cadenas de vicio a quien está débil.
Mundo oscuro,
cubierto de tinieblas,
que quieres iluminar a la gente con tu luz,
una luz falsa y finita,
que al terminarse ciega en abismos negros de terror.
Mundo que quisiste amarrarme a tu desgracia,
que me tentaste con máscaras malignas,
que me deseaste el peor mal dándolo como bien…
Mundo,
hay alguien que vino para estar cerca a nosotros,
quien me dará alegrías y verdades,
quien me ha elegido para construir la cultura del amor.
Hay alguien que es verdadera bondad,
quien es la fortaleza del débil,
quien me vistió con la armadura del amor
y me entregó la espada y el escudo,
es Él quien comanda mis filas.
Es Él quien da luz a los corazones,
quien enseña a amar en la verdad,
quien es luz eterna y me da vida,
quien me libera de las cadenas y me forma en virtud.
Mundo,
no has ganado nada,
la batalla recién comienza,
los corazones están naciendo fuertes,
el Señor Jesús me comanda
y la Virgen María me aconseja.
¡Te declaro la guerra!
¡Debo cambiarte, Mundo!
Jorge Armando V.
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