![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhr74-klkyj7NHbkP4UZgj_HpQ6_hMlpW_R0juLbe3c3NvAueFtbVibbqOb0dfJ9QmQNfdxbE5-ZoQk-qZeMk6i7DnVu5Zzy3hKLKTYx2f_U_rYuJzG_J4498o3ifjxLZ7wtSwsEnSnE3ui/s400/rembrandt-hijo-prodigo11.jpg)
Mi mano de la tuya se ha soltado
y no es fuerza extraña sino las mías
que aún viendo en la cruz tus agonías
oculto a tu vista abrazo el pecado.
Mas de tus ojos oculto no he estado,
presto han caído lisonjas vacías
y en viéndome hundirme en tierras baldías
tus ojos benditos por mí han llorado.
Y apenas mi rostro vuelto a mirarte
y hallándote en vela por mí esperando
querello a mi corazón por no amarte.
Mas no se puede amar sino entregando
y por ti movido vengo a ofrendarte
que no he de bien amarte sino luchando.
Marcelo R.
Mas no se puede amar sino entregando...
ResponderEliminarA veces, dudo y en la duda me flagelo,
no quiero dudar,
no quiero que dudes,
sabed, Señor ¡cuanto os quiero!.
Un saludo.
Gracias por tu visita y comentario.
ResponderEliminarSaludos!